No reconocía lo que tenia delante; tras las franjas verticales que forman los edificios de la calle Bardala, se extiende un cielo ancho, tan sólo interrumpido por la estela de un avión, como si al final de la calle, me esperase intacto ese pequeño mundo de firmamentos generosos, de sol y quietud.
Solo hizo falta un par de pasos más para desacer este "trompe l'oeil" para que la excepción dejase de confundirse con la generalidad
Solo hizo falta un par de pasos más para desacer este "trompe l'oeil" para que la excepción dejase de confundirse con la generalidad
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