Miguel trabaja en el mismo taller en el que trabajó su abuelo y su padre, en este taller llegaron a trabajar 16 personas, ahora solo queda el junto a su mujer. A los doce años su padre comenzó a enseñarle el oficio con amor y paciencia.
Dos de las cosas por las que no abandona su taller a pesar de ser un negocio con mínimos beneficios.
Dalia tejiendo sueños
Ya se ha cumplido un lustro desde que Dalia cerró el taller de costura que regentaba en Perú y con 300 euros en el bolsillo llegó a España buscando un futuro mejor..
Durante dos años conoció todos los sinsabores de la inmigración, muy orgullosa cuenta que los escribió en un libro y pasó página..
Hace 3 años Dalia se enamoró de Antonio que casualmente era dueño de un taller de costura.
En este taller que anteriormente tenia dos plantas, llegaron a trabajar 36 personas.
Ahora junto a su marido saca adelante un negocio en el que han trabajado 3 generaciones de la familia.
La silla de Jose
Muchas tardes jose saca su silla a la puerta del bar jabugo-madrid situado en la calle Bravo murillo y contempla la vida del barrio.
Desde su silla lo ha visto cambiar década tras década, me comenta que ahora todo es distinto, que todo va mucho mas rápido...
A pesar de las prisas de la ciudad, alguna persona del barrio (a los que el ha visto crecer) tiene 5 minutos para charlar con el.
Ojalá hubiera un Jose en cada esquina para que no fuera todo tan rápido.
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