Resulta interesante ver como los niños se enfrentan a la conquista de un nuevo espacio, decubriendo sus límites, sus posibilidades... no tienen suficiente con ver, hay que tocar, ocupar cada rincón, ver que es lo que se siente al estar allí; cada posición adquiere un nuevo significado.
Es quizá esa capacidad de empatizar con el espacio que nos rodea lo que nos hace sentir a gusto en nuestro entorno urbano.
La gran polarización de el barrio hacia la calle Bravo Murillo, hace, en cierta medida, que nuestro espacio urbano se convierta en un mero trámite, tan solo una distancia, unos minutos.
Desde esa perspectiva, no existen espacios de estancia, solo recorridos.
Curiosamente está es una realidad aceptada por muchos, casi de forma inconsciente, inducidos por la configuración del espacio que les rodea
Es quizá esa capacidad de empatizar con el espacio que nos rodea lo que nos hace sentir a gusto en nuestro entorno urbano.
La gran polarización de el barrio hacia la calle Bravo Murillo, hace, en cierta medida, que nuestro espacio urbano se convierta en un mero trámite, tan solo una distancia, unos minutos.
Desde esa perspectiva, no existen espacios de estancia, solo recorridos.
Curiosamente está es una realidad aceptada por muchos, casi de forma inconsciente, inducidos por la configuración del espacio que les rodea